Ankō Itosu, también conocido como Itosu Yasutsune (1831-1915), es una de las figuras más importantes en la historia del karate. Es reconocido como el "padre del karate moderno" debido a sus esfuerzos por sistematizar la enseñanza de esta disciplina y hacerla accesible al público general, especialmente a los jóvenes y escolares en Okinawa. Su trabajo fue crucial para transformar el karate de un arte marcial secreto y reservado a un sistema educativo formal que influyó en generaciones futuras.
Itosu nació en el pueblo de Yamagawa, cerca de Shuri, Okinawa, y desde joven estudió bajo la tutela de Sokon Matsumura, un legendario maestro del estilo Shuri-te. Con el tiempo, desarrolló su propio enfoque de enseñanza que enfatizaba la importancia de la disciplina, la autodefensa y el fortalecimiento del carácter.
En 1901, logró que el karate se incluyera en las escuelas de Okinawa.
Entre sus innovaciones se destacan los katas Pinan, una serie de cinco katas diseñados para enseñar las técnicas básicas de karate de manera progresiva y accesible. También es conocido por haber formalizado el uso de ejercicios básicos y calentamientos (junbi undo y kihon undo) en las rutinas de entrenamiento.
Un momento clave en su carrera fue en 1908, cuando escribió los "Diez Preceptos del Karate" (Tode Jukun), una carta dirigida a las autoridades educativas y militares de Japón, explicando la importancia del karate no solo como herramienta de combate, sino como un medio para desarrollar la fortaleza física y mental en los jóvenes. Esta carta fue fundamental para expandir el karate más allá de Okinawa y establecerlo como una disciplina marcial que posteriormente se popularizaría en todo Japón y el mundo.
Entre sus estudiantes más destacados se encuentran Kanken Toyama, Gichin Funakoshi, Chomo Hanashiro, Kenwa Mabuni y Choki Motobu. Itosu no solo dejó un legado técnico, sino también filosófico, al transformar el karate en un camino hacia el desarrollo personal y la educación integral